LA TELARAÑA: El regreso del socialismo

martes, noviembre 12

El regreso del socialismo


La Telaraña en El Mundo.
  
 Rubalcaba desgañitándose en pleno Eureka por el metafísico regreso de su partido. O, mejor aún, por su anacrónica presencia, a estas alturas del festejo, en mitad de todos y de nadie. Oh, sí, es como un milagro.
 Lo es, igual que Francina Armengol presidiendo, no sé si con su rostro de cada día (inflado de camisolas verdes y sogas y banderas y lenguas propias y hasta únicas) o tras alguna máscara prestada, la realidad conjunta y, a la fuerza, momentáneamente solidaria de ser socialista y de no ser nacionalista, de ser algo, al fin, y dejarse llevar por la inercia de la vertiente más roja de la sangre (en el costado) abriendo en canal el grumo de las reformas fiscales, la encorsetada constitución a la medida de la paridad biológica y el sudor del sexo, la soflama esotérica de una democracia que hace lustros que ya está al margen de casi todo: enterrada entre los saldos de las multinacionales del dolor y del placer efímeros e intercambiables, del olvido general y del puntual efecto laxante de las medias verdades donde late, aún, algún tipo de consciencia. O espejismo.
 Pero no seré yo quien juzgue a estos seres lanzados en pos de un poder que desprecio. No seré yo quien los distinga, siquiera, de otros con otras siglas, pero con el mismo becerro de oro al fondo: donde el horizonte se curva y se cierra circularmente y el hombre y la mujer se abrazan, porque sobrevivir es casi una obligación y si no, una prueba de fuego, una quimera, un ritual, el inicio de un viaje a ninguna parte sin más escalas que las del sueño.

 

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