No sé si sirve de mucho, poco o nada, desmitificar la
sucesión o avalancha de tópicos que nos rodean como una malla invisible. De
repente, el locutor cambia de tono y lanza la gran pregunta: ¿Y qué opinan las
redes sociales? De inmediato, se nos relata cómo un número indefinido de
seudónimos piensan blanco, negro, o todo lo contrario. Hay un suspiro general,
entonces, porque el oráculo ha hablado y el mundo se adormece y los problemas
ya pueden esperar y hay que dar paso a la publicidad, que son sólo tres
minutos.
Así sucede, una vez y otra y siempre. Y la autoridad
estadística de las redes sociales se me antoja el fraude de un gran agujero
negro, que empieza a pesarme como una losa, porque no hay una red única, sino
millones; y no me interesan las opiniones anónimas y al peso, sino tan sólo unas
pocas y muy escogidas, por algún motivo que tampoco sabría explicar. Ni falta
que hace, me temo.
Pero la realidad es eso y otras muchas cosas. Algunas tan inverosímiles
como la creación de un nuevo partido en Baleares: «Proposta per les Illes», se
llama. O «El Pi», para los amigos. Ahí
están los herederos de Munar, con Josep Melià a la cabeza, y la penúltima
refundación del nacionalismo, con Jaume
Font. Y uno se pregunta a dónde va esta gente y a quién quiere convocar y
piensa: No, ni idea. A ver qué dicen las redes sociales.
Etiquetas: Artículos
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