Ser socialista ya no es lo que era. Nada es lo que era, eso
es cierto, y mucho que nos alegramos en la mayoría de los casos, pero no sé si
en este. Nadie en el PSIB piensa ya en la lucha de clases -qué lucha, qué
clases- ni en la solidaridad universal y, sobre todo, obrera. Ya nadie, en ese
partido, se ocupa de otra cosa que no sea lograr, con los socios que hagan
falta y se presten, las máximas cuotas de poder posibles.
Nada distingue, pues, a esa vieja cofradía, que fue de las
más respetadas y respetables, de cualquier otra que pueda existir hoy en día,
ya sea a su derecha o a su izquierda -esos dos inciertos lugares- porque todos
los partidos -con la única excepción de UPyD, de momento- parecen obstinados en
darse de bruces contra la siempre terca, áspera y desangelada realidad.
Pero me ceñiré a los hechos. El Tribunal Constitucional,
otro que chirría, ha admitido a trámite el recurso de inconstitucionalidad del
PSIB-PSOE contra la Ley de la Función Pública del Govern de Bauzá. No se trata, sin embargo, de
mejorar las condiciones laborales, la eficacia o rentabilidad social del
funcionariado, sino de protestar contra los presuntos agravios de dicha ley a
una de nuestras lenguas cooficiales. El catalán, por supuesto. Esta gente ha
cambiado «La Internacional» por «Els Segadors» y no dan ni para afinar «La Balanguera».
Etiquetas: Artículos
1 Comments:
El problema es tener un president del Govern con más ganas de ser diputado o ministro, que de gobernar a los de su tierra.
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