Parábola con cloacas
La Telaraña en El Mundo.
No sé si tendrá la ciudad más alpiste en sus aceras y plazas
que de costumbre. Lo dudo. Pero llevo meses observando -y cavilando, según
descifro la caligrafía de mis apuntes del natural- que las palomas vuelan ahora
más bajo que nunca y no sólo eso, sino que ahora, también, parecen mucho más
voraces y, así, más sociables y hasta entrañables, mucho más de intervenir,
aunque sea a base de violentos picotazos y vuelos rasos o en picado, donde sólo
les llaman -o eso quiero creer- las pocas migas que nos sobran o las pocas que
hacemos y que, encima, se nos desparraman de por entre las manos hasta el sucio
empedrado, camino de la boca semiabierta de las cloacas y los remolinos del
agua.
Etiquetas: Artículos
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