Algunas cosas me
duelen y otras, además, me repugnan. Todo tipo de manipulación, por ejemplo. De
representatividad usurpada, de oportunismo cínico y poco o nada ilustrado, de
insolidaridad convertida en grotesca caricatura. De algo así me ocupo en estas
líneas. Con dolor, ya lo dije. Y con repugnancia, también.
Ahora resulta que
habría que haberle preguntado a Toxo
y Méndez (o a José Luis García y Lorenzo
Bravo, nada menos) para conocer, no sólo la causa de la crisis, sino
también la milagrosa receta de su solución. Eso es lo que se desprende de la
convocatoria de marcha a Madrid, el 15 de Septiembre, para exigir a Rajoy un cambio de política y hasta un
referéndum sobre los recortes. Firman el panfleto 35 organizaciones sindicales,
profesionales y sociales isleñas, bajo el nombre de «Cimera Social». Nada
menos. Si la cosa no fuera muy seria, que lo es, sería como para echarse unas
risas, pero no ha lugar. Lástima.
Pero lo más
irritante del asunto es que, en el delirio que se avecina, se han unido casi
todos los okupas, inquilinos o
afiliados subterráneos de los sacrosantos Presupuestos del Estado. Ese es el
tema. No faltan, pues, las infinitas ONGs de las islas ni la indispensable
presencia a la cabeza de este viaje (centrípeto en su trazado, pero centrífugo
en su intención) de la OCB en pleno. Cómo no.
Etiquetas: Artículos
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home