Música y catacumbas
La Telaraña en El Mundo.
Observo que los tres músicos callejeros que me amenizan las
mañanas -y a qué volumen- han tomado conciencia de sí mismos, su audiencia o
negocio, y han decidido convertirse en una auténtica banda. Hoy, al fin, los
tres visten la misma camisa de franela a cuadros, como si un dinámico trío de
leñadores de la trova. Es lo que suele pasar con la gente cuando se agrupa; que
un buen día se miran y se gustan y se saben una unidad de destino en lo universal
o transitorio, y renacen al compás de la misma sastrería, los mismos pasos
marciales, la misma bandera y lengua. Esos escasos cuatro dedos rojos en la
frente.
Mientras tanto, desaparecen del Colegio de Son Ferriol las
cuatro horas -¡semanales!- de castellano. En Puigpunyent, para hablarlo, hay
que esconderse en el patio. Pero no hay problema. Rafael Bosch está investigando el tema. Y si no, siempre nos quedarán
las catacumbas.
Etiquetas: Artículos
3 Comments:
Cuando entenderán que ya esta bien de tanta política ??
Si lo dices por lo de Wert..., ese tío cada día es más tonto.
Lo de Wert es una vergüenza para Bauzá... en fin. Mañana más :-)
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