LA TELARAÑA: Franco ha muerto

viernes, noviembre 6

Franco ha muerto


La Telaraña en El Mundo.
 
 Hace tiempo que me quejo de la excesiva, vergonzante y hasta intempestiva presencia de Franco en la plana mayor de nuestra actualidad política. Parece haberse olvidado que este mes se cumplen cuarenta años del óbito del dictador y que buena parte de la gente no lo conoció en vida y basa sus referencias en lo que les contaron los supervivientes y en esa enorme metáfora organizada que hemos dado en llamar memoria colectica (o memoria histórica), que pasa por ser la memoria de todos e igual no es de nadie. Las sociedades no tienen memoria propia, porque no tienen una mente única ni una experiencia uniforme de la vida. Por fortuna, claro.
 En cosas así pensé, ayer, mientras devoraba los primeros capítulos de «Españoles, Franco ha muerto» el nuevo libro del historiador valenciano Justo Serna, editado por Punto de Vista. Se trata de un ensayo riguroso, diáfano y, sobre todo, irónico. Un viaje hacia donde se mezclan la historia de Franco y la sombra del franquismo, su oscurantismo económico, político y cultural, el complejo vía crucis de la transición democrática. En ese extraño lugar, síntesis de todas esas circunstancias, vivimos en la actualidad.
 Dice Serna en el libro: “Por un lado, la España de Franco es intervencionista, ordenancista, leguleya; por otro, ese país es también el del estraperlo, la corrupción y el nepotismo. Aparte de la dictadura, lo que lo hace repudiable es, precisamente, la suma de intervencionismo y corrupción”. Me temo que el diagnóstico, además de acertado, es tan actual que asusta.

 

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