LA TELARAÑA: Nacidos en Cotiledonia

martes, junio 27

Nacidos en Cotiledonia


La Telaraña en El Mundo.




 En 2009 -y ha llovido bastante desde entonces- la Comisión de Normalización Lingüística del IES Pau Casesnoves de Inca realizó una encuesta entre sus alumnos en la que, entre otras lindezas, se les preguntaba si formaban o formarían parte, quizá en el futuro, de alguna asociación de defensa de la lengua y la cultura catalanas. Con sólo 22 escogidas preguntas el colegio se aseguraba, así, conocer de primerísima mano el paisaje familiar completo y detallado de sus alumnos, la procedencia de sus padres, la lengua que se hablaba prioritariamente en casa, sus gustos televisivos y hasta periodísticos, su manera, en definitiva, de vivir en catalán, esa forma de vida, al parecer, tan arrojada que nadie sabe muy bien cuánto. Informado -básicamente por las informaciones de este diario- el departamento de Educación de la época resolvió lavarse las manos y apelar a la autonomía de los centros.  “No hay motivo para intervenir porque no se vulnera ninguna normativa”, concluyeron.
 En febrero del 2011 -y ha llovido bastante desde entonces- se pararon las clases en el IES Pau Casesnoves de Inca para que los alumnos pudieran cantar, entre otros selectos himnos, «Yo soy catalán» que no es, por cierto, una versión gamberra del «yo soy español, español, español», que se puso de moda cuando España ganó el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, sino una canción del cantaor independentista Biel Majoral, a la postre un panfleto perfecto con estrofas tan imposibles de rimar como «jo sóc balear jo sóc de mallorca català insular» o «Estim Catalunya perquè té un passat de lluita incansable per la llibertat». Con letras así uno casi que añora, de veras, a Lluís Llach, pero qué se le va a hacer. Tanto las informaciones de este diario como las denuncias de la Fundación Círculo Balear no tuvieron, por supuesto, ningún efecto. El departamento de Educación de la época resolvió lavarse las manos y apelar a la autonomía de los centros. Faltaría más.
 En junio de 2017 -y la verdad es que no ha llovido ni una sola gota desde entonces: qué calor hace- el IES Pau Casesnoves de Inca preguntó, entre otras lindezas, a su sufrido alumnado, que ya no es el de 2011 ni tampoco el de 2009, por su lugar exacto de nacimiento, incluyendo la sutil, la cruel distinción entre haber nacido en el Estado español o en los Países Catalanes. Preguntas así de absurdas e intempestivas, de sectarias y cabronas no hacen sino convencerme de lo complejo que es ir por libre en este país cuando quienes debieran velar, precisamente, por tu educación en libertad parecen estar empeñados en afiliarte a sus banderías particulares como si les fuera la vida en ello. Igual les va. Uno sólo nace en el vientre de su madre. O, recordando a Cristóbal Serra, en Cotiledonia. ¿Dónde si no?

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