LA TELARAÑA: octubre 2025

viernes, octubre 31

Presentación

PRESENTACIÓN SUSPENDIDA HASTA NUEVA FECHA. Comprad el libro!!


El próximo 20N presento Oficio de escritor en Agapea. Me ayudará José Ramón del Canto. 




domingo, octubre 19

Muerte por agua y otros poemas

 El papel es áspero y fértil como la tierra...



Entrevista en U.H.

 Juan Planas: «Un buen diluvio nos vendría la mar de bien; lo necesitamos»




El poeta Juan Planas ha configurado un recorrido vital en el que sus escritos son hitos de su propia vida. Eso es su proyecto Biografía del deseo, del cual llega esta nueva entrega, Muerte por agua, en el que un gran diluvio amenaza a un grupo de ángeles que, cabizbajos, aguardan a un fin mientras repasan y recuerdan todo lo que les precede, los momentos que han vivido, disfrutado y la belleza que han visto.

Este libro se enmarca dentro de un proyecto que arrancó hace un año el propio Planas y que edita él mismo. La intención es que sus «nuevos poemas vayan viendo la luz al mismo ritmo con que los voy creando sin tener que atender a las insalvables demoras del sistema editorial o de las necesidades del mercado». Se trata, pues, de una apuesta personal con un fuerte componente íntimo, y romantiza Planas con la idea de que «ocuparán en el imaginario de mi biblioteca un último estante iniciático, semioculto, íntimo y muy personal».

Por otro lado, en este volumen concreto, explica el autor que ha querido expresar «que la sensación que se obtiene al observar el mundo, al convertirlo en objeto poético» es «una mezcla de muchas sensaciones a caballo entre el éxito y el fracaso, el olvido y la memoria, el deseo y la necesidad o el placer y el dolor».

Su posicionamiento vital a la hora de escribir no ha sido otro que el de utilizar la fábula del diluvio universal para «ilustrar el fin de una civilización que, por desgracia, está más predispuesta a repetir sus errores eterna y cíclicamente que a otra cosa». La idea del diluvio, en este contexto de fin de fiesta del planeta y la humanidad, llega como una suerte de reacción ante el estado del mundo, como una recreación de lo que debería ser destruido, pero Planas afirma que «para crear hay que destruir, pero solo destruyendo no se crea nada. El Padre es destructor y esa misma destrucción acontece en nuestra propia historia cotidiana. Sumamos guerras mundiales y locales, cruzadas sangrientas, muertes inocentes, injusticias atroces y todo ello sucede de un modo aparentemente natural, sin apenas razones de peso ni motivos, sin explicaciones ni justificaciones morales. Está claro que un buen diluvio nos vendría la mar de bien, es obvio que lo necesitamos».

Es obvia, pues, la interpretación que Planas hace de nosotros, los humanos: «Somos seres violentos», no obstante no se decanta por una suerte de diluvio que masacre, sino que arramble con «la mentira, la vulgaridad y el ruido de las redes sociales y demás perversiones derivadas de considerar la información como equivalente del conocimiento», señala.

El pesimismo está en el aire, pero Planas no se muestra ni pesimista ni optimista, y simplemente indica que «no hay nada que esperar, salvo dejarnos llevar por el discurso de nuestra conciencia al observar el mundo, al sentir el milagro de estar vivos». Y concluye que, atrapado en el «silogismo» de no dejar de escribir nunca, ni siquiera cuando no escribe, Planas concluye que el agua, que da muerte en su poemario, es «creación, destrucción, purificación, movimiento, cambio. En realidad, somos tanta cantidad de agua que lo que debería preocuparnos es lo que no es agua en nosotros».





miércoles, octubre 8

Entrevista en Okdiario / Baleares.





Sobre Muerte por agua y otros poemas (Colección Plaquettes 2 – Biografía del deseo)

y Oficio de escritor (Ediciones La Lucerna, Palma, 2025) de Juan Planas Bennásar

 

 * Como en no pocas ocasiones tus libros aparecen de dos en dos y en este caso se trata de un poemario (una plaquette, la llamas tú) y un ensayo sobre el hecho de ser escritor…

 

No soy muy consciente de ello, pero así parece. Me ha sucedido ya unas cuantas veces. Supongo que tendrá que ver con mi manera de escribir, pero no es algo premeditado. Simplemente sucede…

 

* ¿Es Oficio de escritor el primer ensayo que publicas?

 

  Quizá formalmente, sí, pero mi literatura tiende a no ceñirse a los géneros literarios sino a atender, casi de forma exclusiva, a mis propios límites y posibilidades. Y Oficio de escritor (el título podría ser la sexta variante de Oficio de Tinieblas, después de que C. J. Cela escribiera la quinta) es un ensayo, pero, sin dejar de serlo, también es crítica social, con especial hincapié en la modernidad asolada por las redes sociales, es dietario memorístico, es historia literaria y también anecdotario personal, es poesía en prosa e introspección filosófica, es psicología, lingüística, economía y hasta costumbrismo más o menos sexual, es un repaso atento a la vida de un escritor: un libro en el que lo esencial es cómo las diversas líneas de pensamiento y consciencia que he seguido en la vida han acabado confluyendo en la hoja impresa. Vivir escribiendo. O escribir viviendo. Al final es lo mismo.

 

* ¿Qué has querido expresar en estos libros?

 

  Oficio de escritor (Ediciones La Lucerna) en un viaje en el tiempo. un ensayo sobre todo aquello, las bases filosóficas y sicológicas, que han sostenido y sostienen mi vida de escritor. No sé si servirá a nadie de manual (la vida no tiene las mismas instrucciones para todos) pero sí que aproximará a los lectores a un paisaje personal y privado. He escrito, a ratos, desde el disimulo y la paz doméstica del jardín de Epicuro, igual que intento alborotar mis propias ideas hasta conseguir abandonarlas y cambiarlas por otras. Transformarlas, transformándome. La vida da para cambiar de ideas muy a menudo. Es apasionante este caótico viaje, que incluye, por supuesto, algún que otro ajuste de cuentas.

 

Muerte por agua y otros poemas se dedica a rebuscar en las múltiples sensaciones que se obtienen al observar el mundo, es decir, al convertirlo en objeto poético; es, desde luego, una mezcla de muchas sensaciones a caballo entre el éxito y el fracaso, el olvido y la memoria, el deseo y la necesidad o el placer y el dolor. Los temas habituales de la poesía.  

 

* ¿Desde dónde se han escrito estos libros: experiencia o imaginación?

 

 Desde la realidad pura y dura, como siempre. No soy un autor de ficción, aunque haya gente que lo piense. En ambos libros está muy presente la fábula bíblica del diluvio universal (mito presente en todas las culturas, no sólo en la nuestra) para ilustrar el fin de una civilización que, por desgracia, está más predispuesta a repetir sus errores, eterna y cíclicamente, que a otra cosa. Es cierto que intentamos superarnos día a día y que dedicamos a ello muchas de nuestras fuerzas; esto añade un sesgo optimista a nuestra existencia. No obstante, no estoy muy seguro de que las mejoras que logramos vayan más allá del campo de lo personal y dudo que alcancen, de forma significativa, el universo de lo colectivo.

 

Sucede sin embargo que en Muerte por agua la víctima del diluvio es la humanidad y en Oficio de escritor, soy yo mismo, con todos mis cambios a cuestas.

 

Para crear hay que destruir, pero sólo destruyendo no se crea nada. El Padre (y los creadores a su imagen y semejanza que creemos ser y no sé si somos) es destructor, como bien nos ilustra el viejo testamento, y esa misma destrucción acontece en nuestra propia historia. Sumamos guerras mundiales y locales, cruzadas sangrientas, muertes inocentes, injusticias atroces y todo ello de un modo aparentemente natural, sin apenas razones de peso ni motivos, sin explicaciones ni justificaciones morales. Está claro que un buen diluvio nos vendría la mar de bien; lo necesitamos.

 

* Se trata de dos libros muy distintos, pero en ambos creo que hay algunas dosis de violencia habida y por haber. ¿A qué se debe esta virulencia?

 

  Es cierto, somos seres violentos. ¿Quién no rompería, de vez en cuando, el espejo del mundo o se ahogaría en él como el buen Narciso, un prototipo de persona y personaje muy común, por desgracia, en los tiempos actuales? No obstante, cuando se ponga a llover de veras lo mejor es que, la lluvia, en vez de arrasar vidas humanas, viviendas y campos de cultivo, arrase con la mentira, la vulgaridad y el ruido de las redes sociales y con las demás perversiones derivadas de considerar la información como equivalente del conocimiento. No son lo mismo, en absoluto… La información se puede comprar, el conocimiento, no.

 

* Hablando de Oficio de escritor. ¿Se deja en algún momento de escribir aun cuando no se escribe?

 

  No, nunca. Estoy atrapado en ese silogismo.

 

* Desde Tales de Mileto hasta Heráclito. ¿Qué significa el agua para ti en este poemario?

 

  Higiene necesaria. Vida, muerte y resurrección. Creación, destrucción, purificación, adaptabilidad. Somos tanta cantidad de agua que lo que debiera preocuparnos, lo que debiéramos vigilar es lo que no es agua en nosotros.

 

* ¿Cómo encaja este libro en tu obra completa, es decir, en Biografía del deseo?

 

  Hace un año empecé una colección de plaquettes, diseñadas artesanalmente, por mí mismo, con la intención de que mis poemas vayan viendo la luz al mismo ritmo con que los voy creando sin tener que atender a las insalvables demoras del sistema editorial o las necesidades del mercado. Obviamente estas plaquettes carecerán del apoyo de las instituciones, de la atención de los críticos literarios y de las librerías y ocuparán en el imaginario de mi biblioteca un último estante iniciático, íntimo, personal. A su lado, mis otros libros y, muy en especial, Oficio de escritor vienen a revestir lo que soy con lo que me gustaría ser. O viceversa. No están tan claras las divergencias.